134) Privación ilegal de la libertad y tormentos de Javier Gustavo Goldín.
Por estos hechos deberán responder los imputados ERLAN, ZEOLITTI, MAIDANA, CHEMES y MARTINEZ.
Se encuentra probado que JAVIER GUSTAVO GOLDÍN fue secuestrado el 8 de agosto de 1978 en la puerta de la fábrica donde trabajaba en Av. La Plata al 2700 de esta Ciudad, por un grupo de hombres de civil que violentamente lo subieron a una pick up que lo condujo al CCD “Vesubio”. En el camino, sufrió un desmayo por la asfixia que le causó uno de sus captores.
Una vez que llegó al centro le colocaron una capucha negra y le dijeron que se desvistiera, y como la víctima se negó le pegaron con un palo en el cuello. Luego lo ingresaron a una sala donde atado de pies y manos a una cama de madera comenzaron a aplicarle descargas de corriente eléctrica por todo el cuerpo mientras le pedían información sobre Vanguardia Comunista, donde militaba. También lo golpeaban constantemente en la rodilla. Al describir durante la audiencia de debate su tortura, Goldín dijo: “es tanto el dolor y el sufrimiento, que se tienen deseos de morir...pero la muerte no llega”.
Relató además que al finalizar la tortura tuvieron que vestirlo porque había perdido la sensibilidad en uno de sus brazos y su rodilla estaba tan inflamada que tenía el tamaño de una “cabeza”. También padeció el particular ensañamiento de EL PARAGUAYO, quien un día le pegó con un palo mientras le gritaba “cobarde”, acusación insólita considerando que Goldín estaba indefenso, encapuchado y encadenado a una pared. En otra ocasión, EL PARAGUAYO puso música en la radio y lo humillaba ordenándole que bailara.
Refirió que, paradójicamente, estando en el Vesubio, pudo escuchar en la radio un noticiero en el que SUÁREZ MASON afirmaba: “en la Argentina no hay problemas de DDHH”.
Rubén Darío Martínez contó durante el debate que en la madrugada del 8 de agosto de 1978 fue secuestrado en el domicilio que compartía junto a Javier Goldín y llevado a un centro de detención ubicado en Puente 12, Camino de Cintura y Autopista Richieri. Horas después fue sacado por sus captores en un Ford Falcon y llevado a la Avda. La Plata, donde presenció el secuestro de la víctima.
Relató que vio a Goldín en el Vesubio, que estaba en una de las cuchas, física y psíquicamente muy deteriorado producto de las torturas.
JAVIER GOLDÍN fue sacado del Vesubio el 11 de septiembre de 1978 de acuerdo a las circunstancias que se relatarán oportunamente, recuperando su libertad el 22 de mayo de 1979.
Los padecimientos sufridos en el Vesubio le significaron un temor tan grande que luego de esta experiencia no podía escuchar un ascensor a medianoche sin sentir miedo. Por este motivo poco tiempo después se exilió en Francia.
Los testimonios referidos prueban el secuestro y posterior cautiverio de Javier Goldín en el Vesubio. Para acreditarlo, también se cuenta con las declaraciones de:
• Ricardo Wejchenberg, Alfredo Peña Y Juan Frega, quienes dan cuenta de la presencia de Goldín en el centro.
• Faustino Fernandez, quien vio a Goldín en el Vesubio.
• Estrella Iglesias, quien escuchó el apellido de la víctima en la lista de secuestrados que confeccionaban los guardias.
• Horacio Hugo Russo Y Nieves Kanje, quienes salieron del centro junto a Goldín y estuvieron juntos en el Regimiento VII de La Plata.
Asimismo, se cuenta con la siguiente prueba documental:
Legajo de Prueba nro. 741 de causa nro. 450.
Legajos penitenciarios de Goldin.
Causa 14403, instruida por privación ilegal de la libertad iniciada a partir del secuestro de la víctima.
Informe de la Comisión Provincial por la Memoria, que tiene bajo su custodia los archivos correspondientes a la DIPPBA, del que surgen los “antecedentes ideológicos” de Goldín: su militancia en el PCML, su detención por personal del Regimiento de Infantería nro. 7 de La Plata y su paso por diferentes unidades carcelarias entre los años 1978 y 1979.
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