62 y 63) Privación ilegal de la libertad y tormentos de María Cristina Michia y Aldo Roberto Gallo

62 y 63) Privación ilegal de la libertad y tormentos de María Cristina Michia y Aldo Roberto Gallo
Por este hecho deberán responder GAMEN, DURÁN SAENZ, ERLÁN, ZEOLITTI, CHEMES, MARTÍNEZ Y MAIDANA

MARIA CRISTINA MICHIA y ALDO ROBERTO GALLO fueron secuestrados el 10 de junio de 1977 en la vía pública, por personal dependiente del Ejército Argentino siendo ambos llevados al centro clandestino de detención “El Vesubio”.
Las victimas permanecieron cautivas en el CCD, donde sufrieron tormentos, con picana eléctrica y golpes, así como condiciones inhumanas de detención durante su cautiverio.
Hugo Pascual Luciani cuyas declaraciones han sido incorporadas por lectura, relató que durante su primer cautiverio en el Vesubio (ocurrido entre el 15 de junio y fines de agosto del 77) supo que “estaba Aldo Gallo, con su compañera Cristina Micheon”; y que a Gallo “le decían Manolito”; y que “él tenía un tiro en el talón de Aquiles y otro en la espalda”; porque “cuando iba para la casa lo emboscaron”. Dijo además que “hablando con Zeolitti, él me dice que vivía en Glew, cuando él me dice que vive en Glew, da la casualidad que él es amigo de Aldo Gallo, se criaron juntos…”
Asimismo, en su declaración de fs. 307/310 de la causa 1170, también refirió haber compartido cautiverio con Gallo, a quien identificó como un jovencito que concurría al consejo del partido justicialista, de quien no supo más nada.
Sus familiares iniciaron varias denuncias y diversas gestiones judiciales para dar con el paradero de los nombrados, todas las cuales arrojaron resultado negativo. Ambos permanecen desaparecidos.

El hecho tambien se encuentra probado por el testimonio de Florentino Michia, padre de María Cristina, (cuya declaración de fs. 2/3 del legajo de prueba 809 de causa 450, se incorporó por lectura). Allí refirió que, el 11 de junio del 77, tomó conocimiento a través de un llamado telefónico anónimo, que su hija y Gallo habían sido apresados por las Fuerzas Conjuntas, a raíz de lo cual realizó una acción de habeas corpus, que fue rechazada. Dijo que, tiempo después, a través de los familiares de Gallo, logró entrevistarse con Hugo Pascual Luciani, quien le manifestó que, durante su segundo cautiverio en Vesubio, María Cristina ya no se encontraba allí, así como tampoco su compañero Aldo Gallo.

Por último, cabe señalar que el secuestro de las víctimas ocurrido el 10 de junio de 1977, así como la privación ilegal de la libertad en el CCD Vesubio han sido probados en la sentencia de la causa 13/84, bajo los nros. de caso 382 y 383.

Asimismo, las constancias documentales que acreditan el hecho son:

-Legajo Conadep 2512 de María Cristina Michia, donde obra una ficha de denuncia ante FADERAP realizada por la madre de la víctima. También se encuentra agregado el testimonio que Luciani diera en el CELS, el 28 de agosto del 96, en el que menciona haber visto a las víctimas en Vesubio; y que Cristina Michia estaba particularmente muy golpeada producto de las torturas; y que tomó conocimiento a través del guardia Zeoliti que la pareja había sido sacada del CCD al poco tiempo de haber sido liberado él, en esa primera ocasión en que estuvo cautivo en Vesubio.
-Legajo SDH 3055 de Aldo Norberto Gallo, que da cuenta de las circunstancias del secuestro y cautiverio del nombrado en Vesubio, así como todas las gestiones realizadas por su madre María Honoria Gandulla para ubicarlo.
-Legajo de prueba 809 de causa 450.
-Cabe señalar que en el legajo de prueba 494 de causa 450 “Benet”, incorporado por lectura, obra el testimonio de María Honoria Gandulla, quien dio cuenta del secuestro de su hijo ocurrido el 10 de junio de 1977, y que dos días después una persona se presentó en su domicilio y le contó que durante el operativo había sido herido en una pierna. Además contó que era afiliado del Partido Justicialista.
-Información remitida por la Comisión Provincial por la Memoria correspondiente a los archivos de la DIPPBA, donde consta la ficha de María Cristina Michia y los pedidos de paradero que hubo de la nombrada, todos con resultados negativos.