viernes, 15 de julio de 2011

57) Privación ilegal de la libertad y tormentos de Silvia Angélica Corazza de Sánchez.

57) Privación ilegal de la libertad y tormentos de Silvia Angélica Corazza de Sánchez.
Por este hecho deberán responder los imputados GAMEN, DURÁN SÁENZ, ERLÁN, ZEOLITI, CHEMES, MARTÍNEZ y MAIDANA.

Se encuentra probado que, SILVIA ANGÉLICA CORAZZA DE SÁNCHEZ fue secuestrada la tarde del 19 de mayo de 1977, mientras caminaba con una compañera de nombre “Chela”, por la Av. Pavón, hacia el bar “El Clavel” ubicado frente a la estación de trenes de la localidad de Lanús, provincia de Buenos Aires. Silvia estaba embarazada de tres meses. Desde allí fue trasladada al Vesubio donde fue torturada y mantenida en condiciones inhumanas de vida. Durante el año 1978 todavía seguía cautiva en “el Vesubio”.

Sobre su secuestro y tortura Elena Alfaro relató que la caída de SILVIA CORAZZA DE SÁNCHEZ, alias “Susana”, y de Chela –de quien no recordaba su nombre- había sido organizada desde el Vesubio y que la patota había planeado el operativo. Por eso, en cuanto la vieron le pegaron un culatazo desde atrás para evitar que se tomara la pastilla de cianuro. Refirió que “Susana fue ferozmente torturada” en el Centro, y que Durán Sáenz estaba sorprendido, porque luego de una semana de tortura constante, lo único que le habían podido sacar era: “soy Susana, oficial segunda” y por eso se habían ensañado ya que no había entregado a su compañero y cuanto más pasaba el tiempo se iban esfumando las posibilidades de que diera información útil para los captores. Señaló, que después de aproximadamente una semana, fue llevada a las cuchas totalmente deformada y con hematomas por todo el cuerpo.
Por otra parte, se ha podido acreditar que SILVIA CORAZZA dio a luz una niña el 29 de diciembre de 1977 a la que llamó María de las Mercedes, y que ambas fueron llevadas por sus captores el 3 de enero de 1978 a la casa materna donde se le permitió dejar a la bebé. ¿Quién olvida el destino de Silvia Corazza de Sánchez, la joven obrera cuya niña nació en la cárcel, y a la que llevaron meses después para que entregara la criatura a su abuela antes de hacerla desaparecer definitivamente…” diría Julio Cortázar en un discurso pronunciado en París el 10 de enero de 1981.
Durante su emotiva declaración María Inés Sánchez, hija de SILVIA, quien tenía dos años cuando secuestraron a su madre, nos relató: “…El tres de enero de 1978, un sábado en el que mi abuelo se fue de caza, estábamos con mi abuela y su hija más chica Jorgelina, de catorce años… apareció mi mamá, esa fue la última vez que la vi, si bien yo era muy chica, tengo una imagen guardada, ella estaba con una camisa blanca, una manta blanca cargando a mi hermana, una pollera azul y acompañada con tres hombres vestidos de oscuro. …. Mi mamá se quedó jugando conmigo, también habló con mi abuela, me entregó una muñeca y un trompo… y me dijo que iba a volver y yo siempre me quedé con esa última palabra, mi abuela también lo creyó, pero nunca más tuvimos noticias…”. También contó las diversas gestiones llevadas a cabo con sus abuelos para dar con el paradero de su mamá: “Íbamos todos juntos en el auto a cada lugar, las idas eran esperanzadas, las vueltas con una angustia muy profunda por el silencio”.
Relató María Inés que se pudo entrevistar con Elena Alfaro, quien había sido compañera de cautiverio de su mamá en el CCD. Alfaro le contó, que un día un guardia la golpeó brutalmente a SILVIA porque había metido los dedos en un enchufe y que cuando la sacaron del CCD para que reconociera a otros compañeros intentó escapar. Sobre estas circunstancias, María Inés dijo: “… A partir de ahí, ya estaba claro que no podía decidir su muerte como ninguna de las personas que estaban ahí…ella intentó morir, intentó escapar y creo que de alguna manera, como dicen sus cartas de no tener posibilidades tenía que vivir y tratar de hacer una estrategia para salvar a su marido y a sus hijas, intentar salvar eso. Preservar eso que tenía que era su familia… ahí adentro las cartas estaban echadas, nadie podía ir encima de los torturadores…”.

El hecho se encuentra probado, además de los testimonios citados, por las declaraciones prestadas en la audiencia de:

-Susana Reyes, quien refirió que la víctima estaba en la jefatura, que estaba embarazada, y que ella lo supo a través de Graciela Moreno.

-Cecilia Vázquez quien vio a Susana o La Negra, y la reconoció por fotos en Amnesty en Londres, y relató que era una chica muy bonita, que había podido dar a luz y que le permitieron llevar la niña a sus padres.
-Inés Vázquez, quien supo con posterioridad que Corazza se encontraba en el CCD.
-Cristina Navarro, refirió que SILVIA contaba que había tenido una hija y que negoció para salvar su vida.
-Estrella Iglesias, quien relató que la víctima era conocida en el Vesubio como Susana, y que había negociado con los represores la vida de su bebé, que nació en cautiverio.
-Guillermo Lorusso, quien dijo que SILVIA estaba coaccionada por los represores, ya que estos la amenazaban con la vida de sus hijas y de su marido.
-Alejandra Naftal, Silvia Saladino, Adrian Alejandro Brusa y Alfredo Chávez quienes dieron cuenta que SILVIA se encontraba cautiva en el CCD, a quien conocían como “la Negra”.
-Jorge Watts, quien dio cuenta de la presencia de CORAZZA en el CCD.

También se cuenta con los dichos de Hugo Luciani incorporados por lectura quien refirió haber compartido cautiverio con una chica de nombre “Susana” que estaba en la sala Q.

Por último el imputado Roberto Zeoliti, en su declaración indagatoria también mencionó a “Susana”, de quien no recordaba el apellido. Dijo que ella primero estuvo en el sector de mujeres y que después fue pasada a la Sala Q.

La familia recibió varias cartas en noviembre de 1977 y enero del 78 enviadas por SILVIA CORAZZA, a través de las cuales pedía a sus padres que cuidaran a su hija, así como cartas dirigidas a su compañero en las que le rogaba que dejara la militancia.


Además se cuenta con la siguiente documental:

-Legajo CONADEP 430, donde obra la denuncia realizada por su esposo Sánchez Alberto y de su madre Ofelia Carreras de Corazza, copias de las cartas enviadas por SILVIA a su familia durante su cautiverio, declaración de su padre Andrés Ángel Corazza en la cual surge la entrega de la hija de Silvia nacida en cautiverio, María de las Mercedes Sánchez, y constancias de habeas corpus para dar con el paradero de la víctima.
- Legajo de prueba nº 512 de la víctima, correspondiente a la causa 450.
- Las manifestaciones realizadas ante la CONADEP por Eduardo Arias, surge que una embarazada fue traslada del Vesubio, a fines de diciembre de 1977 con dolores de parto.

- Entre los numerosos expedientes de habeas corpus que han sido incorporados por lectura destacaremos:

- Habeas corpus 2389, iniciado el 30/10/77, en el que obra un certificado del que se desprende que: ante el Juzgado Federal nº 3, a cargo de Adamo existía la causa nº 1795 caratulada “Alvarenga Luis, Corazza Silvia Angélica y Sánchez Alberto s/ infracción ley 20840”, en la que el 9 de septiembre de 1976 se ordenó la captura de los nombrados.

-Habeas corpus nº 21346, en el cual se encuentra agregada documentación correspondiente a los archivos de DIPPBA, de la cual surgen recortes periodísticos de 1970, año en el cual la víctima había sido detenida “POR UNA EXPLOSION EN LA CALLE WHITE de la CAPITAL”.

-Copias de las cartas enviadas por SILVIA CORAZZA DE SANCHEZ, las cuales fueron aportadas por María Inés Sánchez al momento de declarar.

-Copia de nota del Ministerio de Relaciones exteriores y culto de fecha 19/06/78 a través de la cual se informa que CORAZZA estaba detenida a disposición del PEN cuya copia obra a fs. 740 de la causa 14.216/04, según los testimonios de la familia ello fue posteriormente desmentido.

-Legajo de prueba nro. 494 de la causa 450 caratulado “Benet, Armando s/denuncia”, en el que obran las declaraciones de Néstor Norberto Cendón ante Conadep, quien reconoció la foto de Silvia Corazza de Sánchez, e indicó que su apodo era “SUSANA”. Además, dijo que la vio en el Vesubio y que estaba en la Sala Q.

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