3) Privación ilegal de la libertad y torturas de Raymundo Gleyzer
Por este hecho deberán responder los imputados GAMEN y PASCARELLI
Se ha probado que Raymundo Gleyzer, periodista y cineasta, fue secuestrado el 27 de mayo de 1976. Había retornado al país desde EEUU tan sólo 6 días antes. Actualmente se encuentra desaparecido.
El día de su secuestro, Raymundo almorzó en la casa de su madre y pasadas las 16 hs concurrió al sindicato de Cine y conversó con algunos de sus compañeros. A las 20:00 hs debía retirar a su hijo de la casa de su madre, Juana Sapire, pero nunca llegó. Dada la preocupación que ello generó, al día siguiente su hermana Greta fue al departamento de Raymundo, junto con la empleada de limpieza, y observaron que el inmueble había sido allanado y habían robado todos los objetos de valor. Los únicos datos que pudieron recabar en ese momento fueron a través de una vecina de Raymundo, quien les contó que esa noche habiendo escuchado ruidos, se asomó por la puerta y vio que varios hombres se llevaban cosas del departamento. Al preguntarles si se mudaba alguien, éstos le contestaron “aquí hay mudanza para rato…”.
Luego de su secuestro Raymundo Gleyzer fue llevado al ccd “Vesubio” donde permaneció cautivo en condiciones inhumanas de detención y tortura.
Ello se encuentra probado, entre otros, por el testimonio de Noemí Fernandez Álvarez, quien declaró que estaba segura que Raymundo Gleyzer se encontraba cautivo en ese lugar. También contó, que un día apareció un grupo de personas que dijeron que “iban a hacer un traslado a NEUQUEN” y entre esas personas estaba Haroldo Conti y ella. Recordó que se llevaron a Conti junto a otras 6 personas, el día del padre –el tercer domingo de junio-, precisamente el día 20 de ese mes, y que suponía que en ese traslado también se llevaron a Gleyzer, según supo por dichos de los propios guardias del lugar. Agregó que ella se lamentó porque no la trasladaron, pero uno de las guardias le dijo que se tranquilizara porque “los que se habían llevado eran boleta y que tenía suerte, porque por lo menos esa vez no le tocaba”.
También declaró en este juicio Susan Susman, amiga de Raymundo, quien relató las innumerables gestiones que se realizaron en el exterior para dar con su paradero y que dan cuenta que -tan solo a un mes de su secuestro- ella ya contaba con la información del lugar donde se encontraba secuestrado Raymundo.
En este sentido, relató que algunas organizaciones de derechos humanos enviaron abogados a la Argentina para realizar averiguaciones sobre Raymundo, entre ellos al Dr. Sandy Katz, que retornó a EEUU alrededor del 20 de junio del 76. Refirió que pocos días después de su regreso, ella recibió una carta anónima donde se expresaba que la situación del escritor Haroldo Conti y del cineasta Raymundo Gleyzer era sumamente grave y que estaban detenidos en el campo especial de torturas sito en Autopista Gral Richeri y Camino de Cintura en las cercanías del Aeropuerto de Internacional de Ezeiza. Relató que a partir de esa misiva se solicitó a las OEA, ONU, y al Congreso de EEUU una investigación especial sobre ese campo de detención para poder encontrar a Raymundo.
Agregó que poco tiempo después, el 4 de julio de 1976 recibió una carta de la abogada Madeleine Lafue – Véron de la Liga de Derechos Humanos Francesa, en la cual le refería que “me he reunido con el Monseñor Langhi y el Dr. Repeler del Ministerio de Justicia entre otros, sobre el paradero de Raymundo Gleyzer y de Haroldo Conti, los dos tal vez todavía detenidos en el campo ubicado en la Autopista Richeri y Camino de Cintura cerca de Ezeiza. Digo puede ser detenidos, porque, 8 personas después de su secuestro habían podido dar noticias sobre Conti hasta hace tres semanas, y ya estaba en muy mal estado. Podemos entonces tener mucho miedo sobre su situación, más aun porque, el montonero que fue encontrado y muerto en su casa, fue torturado hasta morir. Cuando hablo de “torturado hasta morir” el termino no es exagerado; todos los informes insisten sobre la crueldad de la tortura, por ejemplo una mesa completamente electrizada en lugar de simples electrodos, personas cortadas vivas…”
Dichas cartas fueron aportadas por la testigo en su declaración brindada por video conferencia y han sido incorporadas por lectura.
El hecho, además se encuentra probado por las declaraciones en juicio de Horacio Vivas quien ratificó lo expresado ante la Embajada Argentina en Madrid en relación a que supo que Raymundo se encontraba cautivo en el Vesubio.
Y los testimonios prestados durante el debate de Greta Gleyzer, y Juana Sapire.
La siguiente prueba documental también acredita el caso:
-Su legajo Conadep nro. 3210, donde obran constancias de las innumerables gestiones realizadas por la familia para dar con el paradero de Raymundo, entre ellas recortes periodísticos, constancias de habeas corpus, carta de la Nunciatura apostólica, denuncia ante la CIDH, etc.
- causas nro. 44.850 caratulada “Gleyzer Raymundo su privación ilegitima de la libertad”; -causa nro. 14.123 caratulada “Aijenbon vda. de Gleyzer, Sara s/ denuncia de privación ilegitima de la libertad en perjuicio de Gleyzer Raymundo”; causa nro. 14.436 caratulada “Gleyzer, Sara Aijenbon de s/ denuncia de privación ilegitima de la libertad Damnif. Raymundo Gleyzer” y demás documental incorporada por lectura.
-Por último, la documentación remitida por la Comisión Provincial por la Memoria sobre los archivos de la DIPPBA, la cual describe la militancia política de la víctima en el ERP – PRT y el seguimiento que venían realizando los servicios de inteligencia del estado desde el año 1975. De hecho se describen los antecedentes artísticos - los proyectos fílmicos que Gleyzer que se proponía realizar.
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